"La vida es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir...
la tradición, es la suma de los valores viejos..".

Vida, recuerdos, memoria, tradición, así podríamos resumir la historia de la mayoría de las juderías de España y de los judíos sefaradíes, que a pesar de la orden de expulsión emitida por los Reyes Católicos en 1492, nunca olvidaron sus raíces en Sefarad...

Lo mismo ocurrió con los miembros de las Comunidades Judías en Galicia, de los cuales, debido a la escasez de documentos históricos existentes, se desconoce la fecha en que se asentaron en en norte de la Península por primera vez. Pero uno de los primeros documentos encontrados, los sitúa en nuestra tierra ya en el año 1044 de la e.c.. La población judía en Galicia se situó a lo largo del bajomedievo por todo su territorio, aunque no es hasta el sigo XV, con excepción del caso de Orense y Allariz, cuando podríamos empezar a hablar de comunidades organizadas, ya que hasta ese momento la mayoría de los judíos vivían dispersos mezclados con la comunidad cristiana. Nunca se ha llegado a saber con exactitud el número de judíos en Galicia, aunque se cree que en sus momentos de más explendor llegaron a vivir aquí unas 190 familias, todas ellas tenían organizada su vida en los recintos urbanos y en particular entorno a sus lugares de culto, así era el caso de Orense donde la vida se desarrollaba en la Rúa Nova donde se ubicaba la sinagoga, lo mismo ocurría La Coruña, aquí en la llamada Rúa de la Sinagoga o en Tuí, cuyo templo, denominado Torá se encontraba situada en la Rúa de Oliveira (ocurría lo contrario con sus cementarios los cuales se encontraban situados extramuros, se sabe de sus existencia en Tuí, Monterrey, Allariz, Pontevedra y La Coruña, siendo estas dos últimas ciudades, las únicas que aún conservan restos de algunas lápidas). En todas ellas, al igual que en las demás ciudades de los otros reinos de la Península, los miembreos de la comunidad realizaban sus tareas profesionales, que por los documentos que se conservan en gran mayoría se dedicaban a arrendador y recaudador de tributos, destacando los nombres de Judá Pérez, Abrahan Cominero, Mosé Pérez o Salomón Mollio, destacando también profesiones como la de médico, cirujano, veterinario... como el médico Don Yuda y los veterinarios, Mosé, Samuel y Jacob Albeytar, y por supuesto, también destacaron como comerciantes, en especial del gremio del cuero, del textil, calzado y también platero, estos últimos en concreto en Orense, La Coruña y Tuí. Pero quizás la revelancia, uno de los personajes judíos que más destacaron fueron el iluminador y el calígrafo de la llamada Biblia Kennicott, hablamos de Joseph Ibn Hayyim y de Moisés Ibn Zabarah, que realizaron este trabajo para Isaac, hijo de Salomón di Braga, terminando este encargo en La Coruña, el día tercero del mes de Av en el año 5236 (24 de julio de 1476 de la e.c.).

El 31 de marzo de 1492, los Reyes Católicos, dictan la orden de expulsión de todos aquellos judíos que no hubiesen aceptado el bautismo, unos aceptaron la conversión, constando en los libros como los cristianos nuevos, otros decidieron continuar con su fe debiendo abandonar su tierra de Sefarad, algunos marcharon en barco hacia el norde de África, otros se fueron a diferentes ciudades europeas, poniendo fin de esta forma a más de cuatro siglos de permanencia judía en Galicia...

Pero hoy, en la actualidad, y 520 años después de la expulsión, podemos decir con orgullo que de nuevo la vida y la tradición judía se han vuelto a restaurar en el norte de Sefarad, con la creación de una aún pequeña Comunidad, "A Comunidade Xudía Beni Israel de Galiza", formada por familias empeñadas en transmitir y mantener la vida, la memoria y el recuerdo de una etapa tan importante en esta tierra como fueron en su día los valores de su judeidad.

Ya para terminar, sólo queremos recordar las sabias palabras de un padre de la Patria y Primer Ministro de Eretz Israle, que sirven para simbolizar el nacimiento de esta joven y nueva Comunidad.

"Quién no cree en los milagros, no es realista".
(David Ben Gurión)